- Entrar a un establecimiento y que no haya alguien pendiente a brindarles atención. Frecuentemente hemos visto está situación: un cliente que permanece un par de minutos en el lugar sin que alguien le atienda, se da la vuelta y se retira. Todo tu personal debe ser entrenado para estar atentos al ingreso de un cliente y abordarlo, si por alguna razón estuvieran ocupados, con indicarle: “bienvenido, pase y en un minuto le atiendo” es suficiente para hacer serlo sentir cómodo.
- Atención indiferente o despectiva de parte del personal. Te ha pasado alguna vez, que visitas un lugar con productos excelentes, pero la atención es tan mala que prefieres ir a otra parte donde te atiendan mejor (incluso aunque tengas que pagar un poco más…). No se trata simplemente de atender con una sonrisa o ser amables, la atención al cliente se refiere a una actitud de servicio integral que perciba el cliente.
- Desconocimiento del producto o servicio. Tu personal de servicio al cliente debe estar calificado para poder ofrecer respuestas adecuadas a las necesidades del cliente, ganar su confianza. Esto se logra con la calidad de la información que se brinda. Un asesor que desconoce su producto, que ofrece un servicio o producto inadecuado, o peor aún que miente, lejos de lograr una venta estará consiguiendo un problema.
- Hacer largas filas. Un cliente no se sentirá feliz llegando a tu negocio y tener que esperar por largo tiempo para ser atendido. Esperará a menos que realmente valga la pena, de lo contrario se dará vuelta y volverá cuando haya menos gente o bien irá a un lugar donde pueda comprar sin hacer fila. Deberás identificar las causas de la demora en la atención.
- Acoso para conseguir una venta por parte del personal. En ocasiones, el personal no le da espacio al cliente para que desarrolle su elección, no le permiten pensar, elegir y evaluar productos por sus propios medios. El personal sugiere todo el tiempo, condiciona la venta y le da al cliente, permanentes consejos personales. Esto no es atención al cliente, lejos de agradar incomoda y cambia la percepción del cliente tobogan hinchable.